sábado, 8 de febrero de 2014

LAS GRULLAS (Grus grus)

Hola amigos:
Pocas aves son tan escandalosas cuando vuelan en bandanda como las grullas. Cuando uno se acerca a visitarlas, especialmente al amanecer o al anochecer, basta acercarse en silencio al lugar donde se encuentran para oír inmediatamente su trompeteo característico. 
Bandada de grullas en el azud de Riolobos
Eso, claro está, en la zona en la que nos encontramos, no ocurre durante todo el año, ya que esta especie habita únicamente en nuestro país desde finales de Octubre hasta dentro de unos poquitos días o semanas. Cuando el tiempo mejore, y la primavera se acerque, volarán a los países del norte de Europa, donde tienen sus zonas de cría. 
Parece que el número de grullas que visita nuestro país está en torno a los 100.000 ejemplares, por las citas que he podido encontrar. Yo, durante este invierno me he topado con ellas en al menos cuatro lugares de nuestra geografía: Villafáfila, en Zamora, la Laguna de la Nava, en Palencia, y el Azud de Riolobos y las dehesas de Galinduste, ambos en la provincia de Salamanca. 

Grupo de grullas en Galinduste
La grulla común es un ave del tamaño aproximado de una cigüeña (observad las fotos en las que ambas pastan juntas) con una altura que supera el metro y una envergadura que ronda los dos metros. No tiene dimorfismo sexual, por lo que no podemos distinguir los machos de las hembras cuando nos paramos a observarlas. Ambos tienen una plumaje color grisáceo, con plumas más oscuras en parte trasera y una cabeza en la que se el alternan los grises y negros, y en la que se observa una zona roja en la parte superior. Algo que me llamó la atención cuando observé las grullas por primera vez es que esta mancha roja situada en posición occipital no corresponde a un penacho de plumas, sino que es una zona en la que la piel de la grulla se encuentra completamente desnuda.

Grullas junto a una cigüeña
Cuando se observan en vuelo, al principio se podrían confundir con una bandada de gansos, pero enseguida uno se da cuenta de que son grullas, sobre todo por el trompeteo que suelen emitir continuamente, pero además, aunque las grullas también vuelan en forma de V, suelen romper y volver a generar esta formación con mucha más asiduidad que los gansos.

Grupo de grullas en vuelo.
Les gusta estar en zonas en las que el agua es abundante, y tiene especial predilección por zonas adehesadas cercanas a lagunas, embalses u otras acumulaciones de agua. Son omnívoras, pero fundamentalmente se alimentan de vegetales. En el caso del grupo de Galinduste, me llamó la atención verlas recogiendo y comiendo bellotas del suelo, caídas bajo las encinas. Las grullas que vi en la Laguna de la Nava, Villafáfila y azud de Riolobos estaban en campos de cereal ya cosechados, imagino que buscando algún grano perdido por el suelo, aunque también pudieran encontrar insectos, larvas e incluso algún que otro topillo o ratoncillo de campo.

Grullas en los encinares de Galinduste.
Y me despido contándoos que ahora, en Febrero, aunque las grullas todavía están en su lugar de invernada, es posible, en contadas ocasiones, observar su característico y espectacular ritual de cortejo, en el que realizan una especie de baile con pasitos muy cortos, recogiendo cosas del suelo y parándose en posturas en las que se quedan "clavadas" durante un tiempo.

¡Hasta pronto!







2 comentarios:

  1. Como siempre, Ernesto, tus entradas tan interesantes y didácticas, como curiosas las imágenes que acompañas. Tu tema me ha traído recuerdos de una visita hace años a las lagunas de Villafáfila y su centro de interpretación. Allí esperando ver las bandadas de grullas y nada de nada. Decidimos marchar cuando nos indican que en unos momentos antes de anochecer regresarían del campo a las lagunas. También nos comentaron que arrasaban los sembrados cercanos y la administración compensaba a los agricultores por esa invasión. Al momento comenzaron a aparecer en el cielo. Un bonito espectáculo, con el sol escondiéndose, aún daba un tono de luz mágico a las aves. Lo recuerdo muy bien y me has incitado a volver a visitar de nuevo la zona, que dicho sea de paso, no sé si a fecha de hoy aún se está a tiempo o ya ls grullas han iniciado la marcha.
    -Manolo-

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  2. Gracias por el comentario, Manuel.
    Me ha ocurrido varias veces lo que cuentas en Villafáfila. Estar todo el día viendo otras aves y, de improviso, al anochecer, escuchar el inconfundible trompeteo de las grullas acudiendo a refugiarse en la laguna. ¡Todo un espectáculo!
    No creo que les quede mucho de estar por aquí. Te animo a que, si tienes ocasión, te acerques a Galinduste y tomes la carretera de Armenteros. Allí podrás disfrutar de las grullas en los encinares, una verdadera maravilla.
    Un saludo.

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