miércoles, 3 de febrero de 2016

EL LOBO


Después de unos de meses tras su apertura, por fin pudimos acercarnos hace unos días al Centro del Lobo Ibérico de Castilla y León, situado en Robledo (Zamora) Antes de nada, por cierto, comentar que todas las fotografías de esta entrada están realizadas en las condiciones controladas que proporciona este entorno. 

El Centro del Lobo cuenta con un espacio cerrado en el que se pueden visitar distintas salas dedicadas al conocimiento de este animal y de elementos relativos a su vida, hábitat, etc, así como al visionado de documentales que nos ilustran sobre las costumbres del superdepredador por excelencia de la zona. No os adelanto mucho más, para no estropear la sopresa si decidís acercaros.
Lobos macho y hembra (la hembra en primer plano)
Posteriormente, una rampa da acceso a una serie de sendas que comunican con tres miradores construidos en madera desde donde se puede observar dos grupos de lobos (de tres ejemplares cada uno) en régimen de semi-libertad. No son lobos libres, todos ellos proceden de otros centros, pero eso no impide que pueda observarse algunos rasgos de su comportamiento habitual. En las fotos aparece una loba regurgitando algo de contenido estomacal, mietras que al macho pudimos observarlo mientras marcaba mediante orina, rascaduras, etc.  

Hembra regurgitando parte del alimento.
Macho marcando mediante la orina.
En conjunto, y aunque hay cosas que podrían ser mejoradas, la sensación de la visita fue muy buena. El poder ver las idas y venidas de los lobos en un terreno tan limitado y desde tan corta distancia es un hecho que marca al mismo tiempo lo mejor y lo más mejorable de la visita. Lo mejor en cuanto a la cercanía con que los animales pueden verse y lo más mejorable en cuanto a que deja la sensación de que el terreno en que habitan los animales es mucho menor de lo que a ellos les gustaría (y a muchos de nosotros, me atrevería a decir)


Tras la vuelta, comentaba con mi padre los pormenores de la visita, y derivamos la conversación hacia el mundo del lobo, y a las experiencias que recordaba de su niñez-adolescencia, cuando los lobos campaban por las tierras cercanas a Horcajo Medianero.
Me contaba como, algunas noches, al salir a dar "la última vuelta" al ganado antes de acostarse, veía a un lobo sentado, tranquilo, hierático, que no hacía ningún ademán de moverse, hasta que echaba a andar hacia él, y, al acercarse, el lobo se levantaba, daba media vuelta y de manera tranquila se alejaba hasta perderse en la noche.

O aquella vez que un lobo estuvo acompañando durante largo trecho a un vecino montado en bicicleta, pegándose a su lado, sin dejar de seguirlo hasta que alcanzó las primeras calles del pueblo. Cuando llegó, apenas podía contar lo sucedido, ya que el encuentro parecía haberle quitado el habla. 
Y otro en el que, el conductor del coche de línea, abatió a un ejemplar con la manivela con la que arrancaba el autobús, y lo trajo hasta el pueblo, ya que por entonces estaba vigente la Junta de Extinción de Animales Dañinos, y se pagaba por "las alimañas" que se cazaban.

Así, fuimos desgranando los avatares habidos con este majestuoso animal en Horcajo, en Los Ahijones, una zona en la que el lobo hace tiempo que falta.
El lobo. Un animal que no deja indiferente a nadie, que tiene sus admiradores y sus detractores, pero un animal, al fin y al cabo, que cumple con su lugar en el ecosistema, ese lugar en la cúspide de las pirámides tróficas que por naturaleza le ha tocado.

Y hasta aquí esta entrada. Os dejo con una de esas estampas que se pueden ver en el Centro del Lobo de Robledo. Pero antes, permitidme que agradezca a mi padre, Ricardo, el haber sembrado en mí la semilla de la pasión por la naturaleza que me acompaña desde mi infancia.
¡Hasta la próxima!


7 comentarios:

  1. Saludos, Ernesto, para ti y para tu padre Ricardo, también para tu madre y sus amigos que los encuentro con frecuencia en espacios naturales, esos que tanto gustan visitar. Hace poco me comentó que pasarían un fin de semana por nuestras tierras de Las Arribes. Si mal no recuerdo, no les hizo buen tiempo, hubo niebla, que no es lo mejor para contemplar el Pozo de Los Humos y otros parajes de aquella zona, donde pensaban ir.

    Lo mismo que tu padre te cuenta experiencias acaecidas en Horcajo en su niñez, también muchos de nosotros tenemos experiencias similares en nuestra zona de La Zarza de Pumareda. En ocasiones verdaderos dramas, pues en una noche, el lobo había matado medio rebaño de ovejas; con lo que eso suponía para los afectados. En un nivel inferior, recuerdo gentes de pueblos cercanos al nuestro, que llevaban a lomos de un mulo o burro uno o dos zorros o zorras que habían matado (cazado) y solicitaban una ayuda, una recompensa por haber librado a los pueblos de tales alimañas.
    Actualmente, casi a diario, salen noticias con ataques del lobo en Las Arribes a ovejas y terneros. Los afectados, solicitan soluciones y ayudas por tantas pérdidas. Hace poco eran los buitres, ahora y muy seguido el lobo.

    Como siempre, tu entrada espectacular con curiosas imágenes y magníficas explicaciones que nos deja un buen regusto hasta la próxima.

    Gracias y saludos, -Manolo-

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por el comentario, Manuel. Hemos de buscar una forma para que el lobo pueda seguir su curso en la naturaleza y nosotros disfrutar de su presencia minimizando su daño a nuestra economía. "Conversar para conservar" que dicen los expertos, fomentando el buen entendimiento y la prevención. Gracias de nuevo y un afectuoso saludo. Ernesto.

      Eliminar
  2. El lobo, como la moneda, tiene dos caras, una, la que tiene de beneficiosa para la naturaleza su existencia; y la otra, que como depredador, no tiene precio.
    De esa segunda, saben bastante las gentes de mi tierra dedicadas a la ganadería, que, desde remotos tiempos han sufrido el zarpazo del sanguinario carnívoro Canis lupus, cuya extraordinaria destreza y organización en el ataque, tanto de día como de noche, gracias a su visión nictálope, desde su existencia está produciendo estragos en la ganadería.
    Por otra parte, la belleza de la planta del lobo en su hábitat natural, es digna de encomio por su elegancia y hermosura.
    Como también comenta Manolo, en nuestro pueblo son abundantes las anécdotas relacionadas por parte de nuestros antepasados con la leyenda del lobo y su presencia por esos lares.
    Yo, personalmente, tengo la experiencia de la convivencia con
    un lobo durante catorce años ininterrumpidos y, algo -más bien mucho- aprendí de su comportamiento con los humanos; aunque, no procede aquí extenderme en ello.
    El reportaje con que nos obsequias, es ilustrativo, y como los anteriores, se agradece tu dedicación y buen hacer para que los que no tenemos tus conocimientos técnicos en la materia, adquiramos la información que nos ayudará en el futuro.
    Es una suerte la existencia de la reserva dedicada al lobo en semi-libertad, en Zamora, la cual visitaré la primera vez que vaya a ver a mis familiares que residen en esa hermosa ciudad, ya que ignoraba su existencia.
    Gracias, Ernesto, por tu colaboración.
    Saludos. Luis

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por tu comentario, Luis. Sería un placer escuchar las anécdotas de quienes tenéis o habéis tenido un contacto tan cercano con el lobo. No dejes de pasar por el centro del lobo, a buen seguro lo disfrutarás. Un afectuoso saludo. Ernesto.

      Eliminar
  3. Según tenga oportunidad me acercaré a visitar este espacio. Me ha gustado mucho tu blog, ya tienes un nuevo seguidor desde Cantabria. Un abrazo desde http://faunacompacta.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Gracias, Germán! No dudes en acercarte, disfrutarás.
      Muy chulas las fotos de tu blog, yo también lo seguiré. Un saludo!

      Eliminar
  4. Hola Ernesto! Soy David, hacía bastante que no entraba en el blog porque sé que sueles subir los artículos muy espaciados temporalmente.
    Lo primero darte las gracias (Algo tardías pero sinceras. Y de mi parte y todos aquellos que fuimos tus alumnos) por ese vídeo tan maravilloso que nos enviaste al Tierra en la graduación. No lo pudimos ver en la propia ceremonia por problemas técnicos, pero lo pusimos en el comedor a la hora del postre, donde ya sí lo pudimos disfrutar todos.
    Tu entrada ha sido como siempre muy interesante, y es verdad que tenemos que trabajar juntos para conseguir un equilibrio satisfactorio entre el lobo y los humanos (y al decirlo tengo en cuenta el que la especie más peligrosa para este planeta tan majo somos nosotros)
    Por cierto, hace un mes me preguntaron por Bego, la chica tan agradable que nos dio algunas clases contigo en el instituto hace unos años, y me dio lástima no saber qué responder. Como no tengo forma de contactar con ella te pregunto a ti por si sabes algo, espero que le esté yendo muy bien.
    Siguiendo tus pasos, un abrazo
    David G.B

    ResponderEliminar